Cómo generar trabajo en la base social

Les presentamos aquí el aporte del Instituto para la Producción Popular (IPP) al bloque de diputados del Peronismo para la Victoria, que están preparando un proyecto de Ley de Emergencia Social. Un documento que detalla cómo y dónde se podría generar empleo atendiendo a las demandas sociales y la democracia económica. El siguiente es el texto completo: 

Las propuestas vigentes en la historia reciente, para generar trabajo masivo para los que menos tienen y han recibido menos formación, son muy definidas.

Los gobiernos conservadores sostienen enfáticamente la teoría del derrame, imaginando que sólo el capital es el motor del crecimiento y queda a los ciudadanos la posibilidad de capacitarse para aspirar a empleos de calidad o, en su defecto, ubicarse en los escalones periféricos de la gama de producción de bienes y servicios que el mercado pueda demandar.

Los gobiernos de orientación popular, a su turno, no han disentido con la asignación del papel de tractor al capital. Sin embargo, han promovido lo que llamamos derrame inducido, a través de buscar el crecimiento enérgico del mercado interno, incluyendo una importante gama de subsidios a los menos aventajados, para conseguir su inclusión en el consumo, ya que no en el empleo.

Con ese mecanismo, se ha conseguido que la demanda de bienes y servicios aumente de modo más acelerado que en el modelo conservador y por lo tanto, la ocupación acompañe.

En un caso y en otro, la estructura productiva, incluyendo las relaciones entre los eslabones de cada cadena de valor, ha sido la que los capitalistas decidieron, motivados por la búsqueda de ganancia.

Ha llegado el momento de buscar una tercera vía para generar trabajo en la base social.

Se trata de atender dos facetas muy importantes que el liderazgo del capital no considera o resuelve mal:

1 – Los problemas para la calidad de vida que las organizaciones con fines de lucro causan, más allá de las discusiones posibles sobre la distribución del ingreso. Esto es especialmente válido en el tema ambiental y en algunos servicios públicos.

2 – Las ineficiencias sociales causadas por la existencia de eslabones que generan negocios apropiándose del valor agregado por otros ciudadanos, degradando así la condición de miles y miles de trabajadores. Aparece en la producción, distribución y comercialización de alimentos, indumentarias y en la vivienda.

Analizar esas dos cuestiones dando prioridad al trabajo y colocando al capital en un lugar subalterno, permitirá generar iniciativas múltiples, algunas de las cuales se pueden detallar a continuación.

 

LOS PROBLEMAS PARA LA CALIDAD DE VIDA

A – Cuidado de ancianos y de enfermos.

Se trata de un aspecto cubierto solo de manera muy parcial – con muy mala prestación promedio – por geriátricos privados. Éstos dejan obviamente sin cobertura no solo a toda la población de recursos modestos, sino a sectores con más ingresos que no están dispuestos a poner a sus ascendientes al cuidado de un sistema que piensa centralmente en un negocio.

Un sistema alternativo, que capacite cuidadoras domiciliarias y las certifique, puede dar trabajo digno a unas 300.000 personas.

B – La energía

Es casi ocioso resaltar los tremendos déficits sociales que produce poner en manos privadas aspectos clave de un servicio público esencial, como es la provisión de energía. La tecnología hoy permite – y recomienda – que participe el conjunto de la población en la generación de al menos parte de la energía que consume.

Es imperativo seguir el ejemplo de países como Alemania, Dinamarca, Suecia y varios más, que cuentan con mecanismos para promover y articular la generación doméstica de energía fotovoltaica y el uso masivo de calefones solares.

Habilitar el sistema y estimular la creación de cooperativas de armado, instalación y mantenimiento de paneles de generación doméstica a partir del sol y de calefones solares puede representar un mínimo de 150.000 trabajadores en el sector. Las empresas que pueden servir de difusoras de la tecnología y proveedoras de los componentes, ya existen en el país.

C – Los efluentes cloacales

Este es un caso típico de subordinación innecesaria a la hegemonía del capital. Casi la mitad de la población argentina no cuenta con tratamiento de efluentes cloacales domiciliarios, en buena medida porque el tema se piensa a escala de ciudades completas lo cual requiere inversiones enormes como única solución.

El mundo desarrollado – Japón ante todo, Inglaterra, Australia – ha difundido el diseño y uso de sistemas de tratamiento unifamiliar, por manzana o por barrio, que generan efluentes aptos para riego y que necesitan extracción de lodos residuales solo cada varios años.

La instalación de estas soluciones está al alcance de los sectores medios y su capacidad de generar trabajo en la producción de los componentes, la instalación y mantenimiento supera largamente las 200.000 personas de manera permanente.

D – Los residuos sólidos urbanos y agregado de valor a los reciclables

Aquí también hay una clara interferencia entre la participación de capitalistas y la calidad ambiental. Cuando el enterramiento sin clasificación previa se mostró inconducente y generador de graves problemas, se pasó a otra fase, con mega plantas de clasificación que muestran su baja eficiencia.

Se debe construir en paralelo a la lógica actual otra -que debería comenzar en los numerosos espacios del país donde la recolección de residuos es prácticamente inexistente – en que se organice la tarea desde los propios generadores primarios, que son todos los ciudadanos.

Los recuperadores urbanos deberían ser progresivamente transformados en líderes ambientales, que capaciten a los domicilios para la separación en origen, trasladen los reciclables a pequeñas plantas de clasificación y luego entreguen los productos a los transformadores finales, con precios pautados con arbitraje oficial.

Esta nueva forma de trabajo debería dar un contexto digno a la tarea actual de no menos de 50.000 personas y agregar el doble (100.000) a las tareas complementarias, que hoy no se realizan.

E – Limpieza y mantenimiento de cauces que afectan zonas urbanas

Esta tarea comenzó a ser encargada a cooperativas de trabajo hace algunos años, reemplazando la mucho más costosa intervención periódica de empresas privadas.

Debe convertirse en un hecho sistemático, que asegure trabajo de remuneración digna a no menos de 30.000 personas en la periferia de las grandes ciudades del país.

 

LAS INEFICIENCIAS SOCIALES

Nos permitimos reiterar el concepto: es hora de revisar y corregir las ineficiencias sociales más evidentes que se han producido por la hegemonía de los intereses del capital por sobre las necesidades comunitarias.

Hay tres casos muy notorios.

F – La vivienda

Hay un déficit estimado en 3.000.000 de unidades de vivienda familiar en el país, que es acumulativo de más de 40 años.

Tiene su origen en la caída del salario real desde 1974, que nunca pudo recuperar aquél valor y en una correlativa especulación en tierra urbana, bien escaso por definición cuando se disponibilidad queda en manos del mercado.

Sucesivos intentos de atacar el problema han creído que el nudo residía en la oferta de crédito en volúmenes y tasas accesibles, sin advertir -o querer admitir – que de tal modo se estaba incentivando directamente a los especuladores, que apenas aumentó la demanda de tierra, aumentaron su precio. La oferta de tierra urbana – elemento clave y decisivo para los planes masivos de vivienda – debe tener al Estado como actor presente muy activo.

Tomando dimensión del tema: Se necesita contar con entre 70.000 y 90.000 hectáreas urbanizadas adicionales en todo el país, para construir allí el grueso de las viviendas que faltan. La oferta de tierra agrícola es muy superior a ese valor. Por lo tanto, bastaría con contar con un plan maestro de compra de tierra agrícola en la periferia de las ciudades, transformándola en tierra urbana y vendiéndola al costo y con plazos generosos, para eliminar el obstáculo central para la vivienda popular en el país.

Un plan a 5 años – con habilitación de 15.000 hectáreas anuales – aseguraría unas 80.000 personas ocupadas en esta tarea primaria. La auto construcción posterior de viviendas, a razón de 300.000 unidades anuales mínimo, daría trabajo a 1.000.000 de compatriotas.

G – Los alimentos

Toda la agricultura familiar, más buena parte de la producción regional, se encuentra subordinada a intermediarios que han construido esquemas de negocios basados en apropiarse del valor agregado por campesinos o industrializadores domésticos o pequeños.

La promoción de transporte y distribución cooperativa de estas producciones; las ferias de productores como beneficios económicos específicos; agregado a una normativa que garantice el acceso al consumidor en los grandes puntos de venta del país, daría estabilidad y perspectiva a todo un sector. En términos cuantitativos, además de mejorar el horizonte de unos 300.000 productores actuales, agregaría 200.000 puestos de trabajo.

H – La indumentaria

Se repite en buena medida el escenario de los alimentos.

Queda claro que la organización de redes de productores domésticos y cooperativas, que no se deban subordinar a marcas o sistemas de comercialización independiente, sino que por el contrario, tengan acceso directo a consumidores, es el camino para mejorar la condición de trabajo y de vida de más de 150.000 personas. Un mecanismo de comercialización propio agregaría 50.000 personas más.

RESUMEN

Pensar la producción desde el trabajo y no desde el capital abre un abanico de posibilidades concretas de generar ocupación digna en la base social.

Las 8 líneas de trabajo arriba esbozadas darían ocupación digna a unos 2.200.000 trabajadores.

Eso necesita un Estado que profundice línea por línea y establezca las acciones promotoras y/o reguladoras que correspondan. En ningún caso se requieren subsidios permanentes. Solo se requiere algo básico: advertir que sin cambios estructurales sobre mecanismos ineficientes o perversos que el capitalismo generó, la mayoría de las iniciativas se frustran o se limitan al discurso.

Emm – 4.9.16

Comentarios

  • Napoleon Leon

    Excelente propuesta del ipp . Actualmente esta la realidad de los potenciar trabajo y es un deber del militante social proveer de herramientas como estas.Deseo recibir mas precisiones respecto a este plan tan necesario .Quedo a su disposición


  • Napoleon Leon

    Buen día ipp,no obtuve respuesta a mi mail.Avisen las formas de comunicación



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