El vacío legal que existe en la Argentina para que los emprendimientos familiares puedan desarrollarse y encontrar canales de venta está empezando a ser revisado en algunas provincias. Es el caso de Entre Ríos que desde 2010, mediante una resolución del Instituto de Control de la Alimentación y Bromatología (ICAB), encuadró la actividad de microemprendimientos que elaboran alimentos para permitirles un marco legal que les dé a los productores la posibilidad de trabajar sin las exigencias excluyentes que fueron pensadas para una escala productiva mucho mayor.
Una de las dificultades recurrentes que se les presentan a los pequeños microemprendimientos familiares de alimentos en la Argentina es la aprobación sanitaria de los productos, habida cuenta de que la legislación está pensada para una escala productiva mucho mayor y deja fuera de la posibilidad de acceder al mercado a los pequeños productores domésticos.
La provincia de Entre Ríos ha dado un paso importante para superar este problema de miles de emprendimientos artesanales. Desde 2010, cuando se aprobó una resolución (la 026/10) que reduce las exigencias sanitarias sin dejar de lado la garantía de salud y la inocuidad de los alimentos, el estado provincial ha encontrado la manera de fomentar las unidades productivas domésticas dentro de su jurisdicción. Una iniciativa que fue ampliada en 2016, a otros microemprendimientos de la agricultura familiar.
Para legalizar la comercialización de estos productos domésticos, la provincia mesopotámica tomó como parámetro el artículo 152 del Código Alimentario Argentino, que habilita la elaboración de alimentos en cocinas familiares, y el artículo 47 de esa misma ley, que prevé que las exigencias no esenciales establecidas para los tambos pueden ser reducidas por la autoridad competente cuando haya factores que lo justifiquen. También tuvo en cuenta el antecedente de una medida similar tomada por la Agencia Santafecina de Seguridad Alimentaria (ASSAL), en la provincia de Santa Fe.
Con esta inclusión de la producción doméstica, Entre Ríos se pone a la vanguardia de legislaciones que ayudan a resolver problemas de la producción popular, por encima de provincias como Buenos Aires, donde cada municipio apela a habilitaciones precarias en el ámbito municipal, con trámites engorrosos y costosos, que favorecen el negocio de las corporaciones.
El texto completo de las resoluciones puede consultarse aquí:
http://comercializacionaf.org/wp-content/uploads/2017/03/Resolucion-034-16.pdf