CRECE EN ESTADOS UNIDOS UN PROGRAMA PARA FAMILIAS POBRES QUE DUPLICA EL VALOR DE LOS BONOS DE ALIMENTOS SI COMPRAN COMIDA SALUDABLE DE PRODUCTORES LOCALES

En Michigan, Estados Unidos, nació en 2009 un sistema comunitario que busca ampliar la capacidad de compra de alimentos de las familias con mayores necesidades, al mismo tiempo que los provee de productos frescos, saludables y de calidad. Actualmente 25 estados reproducen ese modelo. El programa, denominado Double Up Food Bucks, funciona con cuatro actores centrales: la organización Fair Food Network, que ideó y ayuda a desarrollar el programa; pequeños agricultores que se suman a la iniciativa y colocan sus productos de manera directa con los consumidores; comunidades que aceptan difundir y aplicar el sistema; y el apoyo del Estado que destina partidas presupuestarias necesarias para expandir el programa mediante el Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura.

Las familias que están bajo el nivel de pobreza en los Estados Unidos reciben bonos para comprar alimentos conocidos popularmente como Food Bucks, aunque actualmente adoptaron la sigla SNAP. Esa ayuda no contempla una revisión del tipo de productos que se consumen ni de su calidad. Una parte importante de esas compras repite el esquema tradicional de adquirir productos industrializados en las cadenas de supermercados, dejando en un segundo plano el consumo de alimentos frescos y saludables.

Oran Hesterman, profesor de Agronomía de la Universidad de Michigan y él mismo pequeño empresario agrícola, creó en 2009 la organización Fair Food Network con la idea de acercar alimentos saludables a las familias con dificultades económicas y, al mismo tiempo, impulsar el desarrollo local con proveedores agrícolas de las zonas con mayor pobreza en los Estados Unidos.

Antes de esta experiencia, Hesterman había trabajado en la Fundación Kellog’s, donde puso en marcha un programa de sistemas alimentarios locales financiados con 200 millones de dólares obtenidos mediante donaciones filantrópicas. De ese proyecto nació un esquema más complejo que fue reformulando a partir de la creación de Fair Food Network.

“Comenzamos reconociendo dos de nuestros mayores desafíos como oportunidades. Por un lado, muchas familias carecen de acceso a alimentos accesibles y saludables. Y, por otro lado, los agricultores estadounidenses luchan por obtener un precio justo para sus productos”, explican en la página web de la institución. Para unir estas dos necesidades, la organización aprovechó el sistema de bonos alimentarios y propuso un mecanismo llamado “Double Up” mediante el cual cuando las familias pobres compraran alimentos frescos y saludables de productores locales en determinados comercios adheridos, se duplica el valor del bono. Vale decir que si tiene un bono de 10 dólares, puede comprar alimentos del sistema por un valor de 20 dólares.

Para cubrir la demanda con los pequeños productores, Fair Food creó un sistema de financiación y asistencia comercial que les permite hacer frente a las necesidades del programa.  “Nos sentimos impulsados ​​por este trabajo y por el cambio que podemos crear, juntos: alimentos más saludables en las mesas de familias de bajos ingresos, más dinero en los bolsillos de los agricultores estadounidenses, una oleada de espíritu empresarial, y comunidades más fuertes y más resistentes”, sostienen en la organización.

El crecimiento

De sus inicios en Michigan, el Double Up Food Bucks pasó rápidamente a extenderse en todo el ámbito nacional. Desde 2015 hay 25 estados que adoptaron el sistema. Una de las claves de esa propagación fue la comprensión de las ventajas por parte de las autoridades, tanto locales como nacionales. La ecuación es muy tentadora para los municipios y los estados: desarrollo de la pequeña agricultura local, crecimiento del movimiento comercial de los comercios adheridos, beneficios nutricionales y mayor capacidad de compra para la población más pobre, y un sistema sin fines de lucro que no requiere grandes partidas para que pueda funcionar.

El último 11 de diciembre, el senado norteamericano terminó de darle un contundente apoyo a este tipo de iniciativas con el voto favorable de la abrumadora mayoría (86 a favor, 11 en contra), a una reforma de la Ley Agrícola, consensuada entre republicanos y demócratas, que establece incentivos para que los productos saludables sean promovidos en el sistema de los SNAP.  «Esta es una prueba de que podemos unirnos para trabajar por el bien del país, los incentivos para SNAP son una victoria para las familias y para los agricultores, es decir que son una victoria para el pueblo estadounidense», dijo Hesterman.

El desafío pendiente para la organización es poder hacer frente a la demanda creciente. En muchas zonas afectadas por la pobreza no existe una infraestructura para conectar a los agricultores familiares con esa demanda. La distribución, le procesamiento y la comercialización son los tres aspectos sobre los que trabajan actualmente para mejorar el sistema. Con esa finalidad, Food Fair creó en 2012 un fondo público-privado llamado Good Food Found, que financia y asesora a los pequeños productores con un presupuesto anual de 30 millones de dólares.

Para un mayor conocimiento de este sistema les sugerimos ingresar al siguiente link:

www.fairfoodnetwork.org/projects/double-up-food-bucks/


Dejá un comentario

Tu dirección de correo no será publicada. (Campos obligatorios *)


You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>