Un estudio realizado por la Solar Energy Industries Association (SEIA), en escuelas públicas y privadas estadounidenses, determinó que casi 5.500 centros educativos están usando sistemas de paneles solares para abastecerse de energía. La cifra indica un aumento del 87 por ciento respecto del anterior registro de 2014 y está directamente vinculada con que los costos de estas instalaciones bajaron un 67 por ciento en la última década y un 19 por ciento solo en 2016. El ahorro de gasto en energía para los distritos escolares se calcula en cientos de millones de dólares para los próximos 25 años.
La energía solar de las 5489 escuelas que adoptaron ese sistema en los Estados Unidos tiene la fuerza suficiente como para alimentar 190 mil hogares. Se trata de un proyecto de largo plazo que ya alcanza al 5 por ciento de las denominadas escuelas K 12 (desde el jardín de infantes hasta el último grado de escolarización obligatoria).
El impulso de este plan en los distritos escolares está fogoneado por varias organizaciones comunitarias sin fines de lucro y algunos distritos escolares que comprenden las ventajas del uso de energías renovables tanto desde el punto de vista económico como el educativo. Las ong’s han articulado con las compañías de energía solar la creación de programas aplicables a matemáticas y ciencia para que tanto los estudiantes como los maestros puedan entender el cambio que significa la adopción de esta energía.
«Hay una razón por la cual la energía solar se está extendiendo tan rápidamente en los distritos escolares de Estados Unidos, y es bastante simple: cuando las escuelas se vuelven solares, la comunidad entera se beneficia. Las escuelas inmediatamente ven que sus facturas de electricidad bajan, lo que deja más dinero para aprender. Además, ¿qué maestro no querría una lección de vida en ciencia y conservación en los propios terrenos de la escuela? Es una victoria en todos los sentidos «, asegura Abigail Ross Hopper, presidenta y directora ejecutiva de SEIA, en una nota publicada por el sitio solarpowerworldonline.
En Carolina del Norte, por ejemplo, la organización sin fines de lucro NC GreenPower tiene un programa que ofrece a las escuelas de bajos ingresos en el estado un plan de estudios sobre energía solar, junto con un sistema solar de 5 kilovatios y estación meteorológica que las aulas y, a menudo, la comunidad pueden usar como herramienta educativa .
El ahorro
La razón principal del aumento de escuelas adheridas es el beneficio económico de la energía solar. En sólo tres años hay un 87 por ciento más de escuelas adheridas al programa Futuro Brillante, que agrupa a las escuelas que adoptan la energía solar, un incremento que acompaña la baja en el costo de las instalaciones y el cálculo de lo que se puede ahorrar en pagos de consumo eléctrico mediante esta energía renovable.
El estudio de SEIA ejemplifica este ahorro con varios casos testigo. Por ejemplo, se estima que el distrito escolar Kern High, en Bakersfield, California, ahorrará hasta 80 millones de dólares en costos de electricidad durante 25 años con su proyecto de 22 megavatios.
En el caso del condado rural de Middlesex se está utilizando un acuerdo de compra de energía con la empresa Sun Tribe y el distrito escolar pagará 6.8 centavos por kilovatio-hora por energía solar, en comparación con los cerca de 9 centavos que paga actualmente. El ahorro será de alrededor de $ 2.5 millones en costos de energía durante más de 25 años con los paneles solares.
Al mismo tiempo que los costos bajan, las escuelas tienen más opciones de financiamiento que minimizan la inversión inicial. En los últimos años, la mayoría de las escuelas han financiado sus instalaciones solares a través de acuerdos de compra de energía (PPA), en los que un tercero financia, construye, posee y mantiene el sistema. Esto permite que las escuelas y los distritos compren energía solar con muy poco costo inicial. En los últimos tres años, casi el 90% de las escuelas para las cuales hay datos disponibles usaron un PPA para instalar energía solar.
El acelerado desarrollo de este programa, según la SETIA, depende de la caída en el costo de las instalaciones, pero también de la apertura de los gobiernos al cambio de paradigma que significa el abandono del sistema tradicional y de la decisión de superar las presiones que las compañías de energía convencional están ejerciendo para mantener su negocio.
Las regulaciones favorables a la energía solar, la expansión del sistema y el abaratamiento de la tecnología favorecerán este tipo de proyectos que están creciendo en todo el mundo. Son factores que pueden ser la llave para que los ciudadanos sean los que toman decisiones en materia energética en lugar de limitarse a bajar y subir un interruptor de luz mientras crece el poder económico de las corporaciones que administran las redes con el criterio de que la energía es una mercancía, no un derecho.
Para más información sobre este tema:
www.seia.org/research-resources/brighter-future-study-solar-us-schools-report
www.solarpowerworldonline.com/2017/11/seia-solar-schools-report/