La CECOP, organización europea que agrupa a agremiaciones cooperativas de todo el continente, ha publicado un informe en el que resalta las ventajas comparativas de las empresas manejadas por sus trabajadores respecto del empleo formal. El análisis de las experiencias en cinco países (Bélgica, Reino Unido, España, Francia y Finlandia) demostró que estas asociaciones de trabajadores resultan una respuesta mucho más eficaz contra un mercado laboral precarizado y de bajos ingresos.
Todos para uno, La respuesta de las cooperativas de trabajadores al trabajo standart, es el título del trabajo de CECOP, dado a conocer sobre fin de año. Se trata de una investigación financiada por la Comisión Europea, como parte de su política de búsqueda de mejoras en el ámbito laboral de la región.
El estudio caracteriza las dificultades actuales del sistema clásico de empleo cuya actualidad presenta un panorama en el que “la mano de obra es cada vez más baja en derechos y condiciones, los ingresos dignos están en peligro así como el acceso a derechos sociales y colectivos de representación. Se pone en peligro el progreso logrado en 150 años de lucha social por condiciones y derechos laborales dignos”.
Luego de trazar una comparación entre las legislaciones europeas vinculadas a las empresas gestionadas por sus trabajadores (se resalta que Francia e Italia tienen normativas específicas), el trabajo concluye en la necesidad de fomentar estas organizaciones laborales para mejorar la situación del trabajo.
“Hemos adoptado un enfoque basado en el concepto de déficit de trabajo decente con el fin de identificar situaciones problemáticas específicas para las cuales diferentes modelos cooperativos están dando una respuesta”, señala el informe. Y destaca que aunque se han creado diferentes soluciones, las cooperativas sociales y de trabajadores se muestran como una herramienta para promover el trabajo en mejores condiciones.
“Como los ejemplos de Smart (Bélgica), las cooperativas de trabajadores independientes (Finlandia), las cooperativas de empleo empresarial (Francia) y las cooperativas de impulso empresarial (España); muestran que las cooperativas han sido un laboratorio experimentando formas innovadoras y sostenibles de trabajo, proporcionando una respuesta a las necesidades de los trabajadores en situaciones de precariedad, así como a sus aspiraciones para crear Una comunidad de trabajo del siglo XXI”.
Finalmente, la CECOP recomienda que los países miembro de la Unión Europea apoyen “el laboratorio cooperativo para nuevas formas de trabajo” como una forma de que “en el futuro del trabajo la flexibilidad y la digitalización estén al servicio de los trabajadores, en lugar de destruyendo su protección y derechos”. Pero advierten que esta política se debe dar “sin eximir a los gobiernos nacionales de sus responsabilidades para encontrar soluciones institucionales como garantizar el acceso a una protección social adecuada a todos los trabajadores”.
Pueden consultar el texto completo del informe de CECOP en este enlace: