La Producción Popular como opción obvia: El caso de Cresta Roja

Ya que el periodismo de investigación es una tarea en extinción en el país, cualquier compatriota curioso podría tomar la ruta 41 desde Lobos hasta Monte o la ruta 205 desde Lobos hacia Roque Perez. Podría parar en alguno de los centenares de galpones de producción de pollos que verá y – si encuentra a alguien – preguntar cosas básicas.
Más del 80% trabajaban para Cresta Roja, eran galpones construidos por los dueños de los campos, alquilados a la empresa y hace algo más de dos meses abandonados a su suerte con la gran mayoría ocupados por pollos, desde el nacimiento hasta unos 45 días de vida. Salvo los escasísimos casos en que los dueños de los galpones decidieron completar el ciclo a costo propio y vender los pollos a otros frigoríficos, en el resto las instrucciones a los pobres encargados fueron bajar las cortinas, esperar que los animales murieran de hambre – 12000 pollos por cada galpón – y luego mezclarlos con la cama de pollo, que tiene mucha cáscara de arroz y serviría para una descomposición más controlada.
Se calcula que unos 3 Millones de pollos siguieron esa suerte – TRES MILLONES – , con la mostruosa crueldad asociada, la evaporación de unos 15000 Millones de pesos de valor agregado, la destrucción casi nuclear de la vida de miles de encargados,peones,camioneros,faenadores, que hoy miran al horizonte aún sin entender y duermen a los saltos esperando una changa.
En los juzgados se discute si la familia Rasic robó mucho o poco – ya que seguro robó – , si las ofertas para seguir son más o menos leoninas de parte de quienes quieren apropiarse de una inmensa red lista para producir, pagando lo menos posible. El tiempo pasa. Pero la opción de la producción popular, la más obvia, no aparece en el escenario.
Toda la inversión productiva ya está hecha. Los miles de personas que saben qué y como hacer están allí, aferrados a la tierra. Hay que descontaminar el inmenso cementerio que estos salvajes decidieron de un día al otro y volver a empezar.
Se puede – se debe – armar varias cooperativas interrelacionadas y se debe financiar su producción, pensando con modestia que al comienzo todo el sistema puede cobrar por pollo entregado a quien comercialice, lo cual implica financiar unos 120/150 días de proceso, con riesgo mínimo por parte de quien financie.
Qué está esperando la dirigencia política más cercana, la de los municipios, la de la provincia de Buenos Aires, la del Ministerio de Agroindustria? El juzgado de la quiebra? Qué están esperando? Cuanto podrá ganar el cuervo que se abalance sobre los pedazos de esta red, en lugar de seguir el obvio, simple, leal y mínimamente decente camino de organizar la producción popular del sistema Cresta Roja?
DÉJENSE DE JODER DE UNA BUENA VEZ.
19.1.16


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