LOS PANELES SOLARES SE CONVIERTEN EN LA SOLUCIÓN ENERGÉTICA POPULAR DE YEMEN A CAUSA DE LA GUERRA

El conflicto interno iniciado en 2011, que se profundizó con la guerra en 2015, complicó seriamente el suministro de energía en Yemen. Pese a ser un país sin tradición en energías alternativas, en esta nación ubicada en Medio Oriente se han diseminado rápidamente las fuentes solares entre la población ante las dificultades del gobierno de suministrar energía eléctrica o generada por combustibles fósiles. Se calcula que el 50 por ciento de los yemeníes de Saná, la ciudad capital, tiene alguna de sus necesidades básicas cubiertas por instalaciones de paneles solares.

El deterioro de las redes eléctricas en el conflicto bélico de Yemen dejó a su población cautiva del afán de lucro de quienes manejan el mercado del gas oil y las naftas, que especularon con los precios y volvieron prácticamente imposible el acceso a las energías convencionales en uno de los tres países más pobres de Asia. La falta de energía eléctrica dura más 18 horas diarias a causa de un sistema colapsado.

Frente a esa restricción económica, los yemeníes encontraron en los paneles solares la solución más accesible a las dificultades de un sistema energético quebrado. La demanda de pequeños dispositivos que acumulan energía solar generó que en los mercados populares abunden sistemas que sirven para calentar

Una de las experiencias más interesantes es la del colegio secundario Sayeda Zeinab para Niñas, de Saná, en el que un grupo de alumnas desarrolló en 2012 soluciones de bajo costo para situaciones cotidianas. Wafi Al-Rimi, en ese momento de sólo 16 años, comenzó a interesarse por esta tecnología a causa de que la energía eléctrica en la zona en la que vive sólo duraba una hora y no le alcanzaa la luz para estudiar.

Con conocimientos básicos, Al- Rimi y otras 15 compañeras crearon un paraguas capaz de captar energía del sol y alimentar una pequeña lámpara y un teléfono móvil. Luego crearon una batería que se podía colocar en las ventanas y una hélice capaz de almacenar la energía del sol.

El grupo creó el emprendimiento Generación Creativa, logró el apoyo de la Fundación INJAZ Al-Arab y ganó en Qatar un concurso de “Mejor Compañía del año” entre empresas creadas por jóvenes. Un doble logro dado que el papel de la mujer en Yemen está destinado históricamente a las tareas domésticas y no está bien visto que tomen un rol protagónico.  El hecho de que el trabajo grupal de las chicas estaba vinculado con las necesidades sociales de sus familias y vecinos, atemperó ese mandato tradicional.

Si bien desde entonces las jóvenes no han recibido el apoyo necesario para acercar sus innovaciones a la mayoría de los ciudadanos que necesitan este tipo de dispositivos, todavía mantienen pequeños volúmenes de producción familiar que les permiten sobrevivir en medio de la precariedad económica yemení.

La necesidad de cubrir la demanda energética mediante energía solar todavía es restrictiva para que esta alternativa reemplace totalmente a las convencionales. Una instalación completa para una casa cuesta 5 mil dólares, un precio imposible para la mayoría de la población. Se calcula que un 50 por ciento de los yemeníes gana menos de 2 dólares diarios.

Pero las empresas chinas han buscado la forma de llegar igualmente con su tecnología e inundar los mercados populares de Yemen con productos que plantean soluciones de muy bajo costo. En una nota publicada en el sitio de noticias Al-Monitor, Jalal Mohammad, gerente de la empresa yemení de servicios en energía solar Tagadod, explicó: “Dos o tres lámparas encendidas por una pequeña batería o un panel solar que es un poco más grande que un libro de texto son suficientes para algunas personas. Eso cuesta 21 dólares, y para los pobres es una solución mejor que las velas”.

La revolución solar no alcanza, no obstante, a cubrir la totalidad de las necesidades de Yemen. Las industrias, las  zonas con calores de 40 grados centígrados en las que los aires acondicionados son productos de primera necesidad y los hospitales, por ejemplo, necesitan todavía de una red eléctrica estable que garantice el funcionamiento, más allá

Mientras tanto, más por necesidad que por moda, los yemeníes empiezan a acostumbrarse a un mundo en el que la energía puede dejar de ser un negocio corporativo en el que los ciudadanos no tengan nada para decir y hacer.

Esta nota está basada en datos obtenidos de los siguientes links, que recomendamos para ampliar conceptos:

 www.al-monitor.com/pulse/originals/2016/08/yemen-war-power-cuts-solar-energy.html#ixzz4loDFiZ8B

 http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2013/01/yemeni-girls-use-solar-energy.html


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