La capital de Noruega busca desalentar el uso de automóviles de sus habitantes y proyecta convencer al 25 por ciento de sus ciudadanos a que reemplacen los autos por bicicletas eléctricas, un vehículo que actualmente usa el 8 por ciento de los oslenses. Para alcanzar ese logro, el municipio lanzó con un éxito contundente un plan de subsidios de hasta 1100 euros para la compra de los rodados.
En las dos primeras horas de la inscripción para obtener las bicicletas eléctricas, que comenzó el 1 de febrero, se agotó para los particulares y en las semanas siguientes el presupuesto reservado para empresas y cooperativas de viviendas también fue cubierto con total éxito.
El plan ya había sido probado en 2016 y las autoridades piensan seguir fomentando la ayuda para la compra de las bicicletas, que no exige requisitos especiales, salvo que quienes lo soliciten residan en Oslo. Cualquiera sea el nivel de ingresos del interesado, el gobierno municipal se encarga de cubrir el 25 por ciento del precio del rodado.
El cálculo de los funcionarios es que en esta nueva etapa del plan se conseguirá que se sumen al tránsito diario unas mil bicicletas, una cifra moderada para una ciudad de 620 mil habitantes, pero que en pocos años puede ampliar notoriamente la cantidad de vehículos sustentables con los planes de ayuda.
Además de facilitar la compra de las bicicletas, el gobierno local busca reordenar el tránsito con la prohibición, a partir de 2019, del ingreso de automóviles al centro de la ciudad y extender 80 kilómetros de sendas para ampliar el recorrido actual de los ciclistas. Para ese nuevo trazado, cuya conclusión se prevé para 2025, se utilizarán espacios donde hoy pueden estacionarse los autos.