Desde hace muchas generaciones, las actividades económicas de toda sociedad giran centralmente alrededor de quienes poseen capital. Ellos son los que definen proyectos de producción de bienes o servicios, luego de estudiar si con eso se incrementará su capital; luego compran la tierra, el trabajo y/o la tecnología que necesitan y pasan a concretar sus planes, vendiendo a los consumidores lo que se genere.
Esa lógica parece simple y a la vez inexorable.
Tiene, sin embargo, efectos secundarios que debemos tener muy en cuenta.
Primero: Si el objetivo principal es aumentar el capital, -hacer un negocio – toda actividad que lo consiga se considera interesante. En particular, la administración del dinero por el sistema financiero, pasa a ser de máximo interés, porque resulta evidente que allí es imaginable producir dinero solo con dinero, intermediando entre ahorristas y quienes necesitan un crédito. Se puede aquí incrementar el capital, sin producir ningún bien; solo tomando y prestando dinero. La historia de varios siglos ha mostrado que esta actividad ha pasado a ser dominante en todo el mundo.
Segundo: También es muy seductor producir bienes que todos deben consumir y que se producen de manera monopólica, como sucede con los servicios públicos. Quien produzca energía eléctrica, distribuya gas o agua potable, administre líneas de transporte, tiene a los consumidores a su merced, con el único control de la regulación estatal. Por eso, en muchos países se considera que es el Estado mismo quien debe prestar esos servicios, porque los escenarios de regulación son espacios de conflicto permanente.
Tercero: En su avance el capital no deja actividad sin dominar. Aquellos bienes elementales para la subsistencia como los alimentos, la vestimenta o la vivienda, o de protección básica, como la salud o la educación, también pasan a pensarse como negocio, con lo cual hay dueños de capital que se asumen con derecho a retacear la oferta de alimentos u organizar sistemas de salud privados muy selectivos, para maximizar ganancias, aunque eso lleve a perjudicar o bloquear el acceso de grupos de consumidores.
Cuarto: Los valores sociales se adaptan a esas relaciones estructurales. La conciencia colectiva entiende que hacer un negocio – aumentar el capital propio – es una meta deseada. Se cree que quien puede hacerlo es un ganador y de algún modo mejora sus posibilidades de fijar condiciones de trabajo y de vida en general a quienes no lo hicieron. Tanto esto es así, que cuando el sistema financiero, los monopolios de servicios públicos, los proveedores concentrados de alimentos o vestimenta, los especuladores en tierra urbana, tienen conductas que objetivamente dañan a miles y hasta millones de sus compatriotas, el reclamo más escuchado es la necesidad de regulación estatal. Muy esporádicamente, en términos prácticos nunca, se plantea otro camino; la necesidad de cambiar algunas estructuras para evitar los males.
Quienes pensamos y estamos implementando TODOS COMEN no estamos de acuerdo con esta forma de resignación, que supone que siempre lloverá y solo queda usar un paraguas cada vez más grande.
Por supuesto, no traemos un planteo mitómano. Sabemos lo limitados de los recursos desde una Asociación Civil de bajo patrimonio, con la consiguiente comunicación de corto alcance. Pero nos impulsa algo que creemos una posibilidad concreta de mostrar caminos nuevos, fundada en tres elementos:
1 – La gran mayoría de la población, no solo los que son empleados de dueños de capital, sino también centenares de miles de productores pequeños de todo tipo, no trabajan detrás del aumento de su capital sino buscando su subsistencia. Ellos no hacen negocio. A veces, hasta creen que hacen un negocio. En realidad, constituyen un servicio comunitario, que sirve a otros compatriotas suministrando elementos de su canasta básica. Es necesario buscar progresivamente mayor claridad conceptual en esto y diferenciar qué es un negocio y qué es un servicio comunitario.
2 – Todos los sistemas productivos, aún los más básicos, están infectados por espacios que buscan hacer dinero solo con dinero, sin agregar valor alguno concreto. Es legítimo y necesario mostrar estas distorsiones y buscar eliminarlas.
3 – Llevar a la práctica ejemplos de racionalidad, que dejen clara la diferencia entre un negocio y un servicio comunitario, donde en lugar de incrementar el capital el móvil central sea la atención de la comunidad, por modestos que sean esos ejemplos, sirve para construir conciencia popular. Nada más a la mano, en este sentido, que la alimentación de la población, que hoy está llena de ineficiencias en los sistemas de producción o distribución o comercialización, con segmentos importantes de compatriotas que quedan afuera.
EL ESCENARIO CONCRETO
Buscamos dos cosas:
. Respetar y promover a los productores de la agricultura familiar, o productores familiares o cooperativas o simplemente pequeños, que no tienen ni tendrán acceso rápido a las góndolas de autoservicio, de ningún tamaño.
. Poner a disposición de los consumidores, aún de los más humildes, alimentos frescos, de calidad y más baratos que en cualquier otra alternativa.
Para eso, acordamos con productores, para que fijen el precio más razonable a su alcance, puesto en nuestro depósito central. A la vez, acordamos con organizaciones barriales de variada naturaleza que retiren los productos de allí y que se comprometan a distribuirlos a un precio fijo, lo que representa sumar en total, con cualquier gasto agregado de logística u otros, el 20% al precio del productor, para llegar al consumidor.
Se trata, en síntesis, de un sistema de compras comunitarias a productores definidos, cuyas realidades y proyectos conocemos y donde ninguno de los que participa busca hacer un negocio, sino simplemente brindar un servicio comunitario: entregar alimentos buenos y más baratos que por cualquier otro camino.
Es simple. El programa admite varias formas de organizadores sociales. Sociedades de fomento, clubes, centros de jubilados, simples grupos de vecinos sensibilizados, grupos políticos comprometidos con lo social, sindicatos, empresarios pyme que asuman un rol social complementario. Todas esas formas sociales pueden sumarse y de hecho ya tenemos ejemplos de casi todas esas categorías que son un punto de distribución del sistema de compras comunitarias de Todos Comen.
Chau negocio, hola servicio comunitario.
IPP/2.12.18
Nicolás
Buenas, cumpas,
Muy interesante y necesarios, este tipo de proyectos colectivos que tienden a la consecución del bien común.
Realmente me enorgullece, y los felicito por tales iniciativas.
Pertenezco a una Asociación Civil que funciona en Neuquén Capital, en donde trabajamos combinando los lenguajes artísticos y la psicología social, junto a un colectivo de personas que se encuentran atravesando distintas situaciones «angustiantes» . Nos interesaría mucho poder contactarnos con ustedes, para saber si se puede generar en la zona, algún proyecto como el que nos cuentan ustedes (referido a la alimentación comunitaria)
Saber si tienen gente del IPP por Neuquén.
Bueno, les mandamos un caluroso abrazo, y nuevamente los felicitamos por todas las actividades emprendidas por el IPP.
Nicolás
Hugo Ofona
Estamos trabajando en el mismo sentido, desde la economía circular, creando una micro economía capas de sustentar al trabajador informal
Antonio Gilabert
Adhiero a la propuesta. No me puedo asociar por limitación economica; pero me ofrezco a difundir o cualquier otra actividad que consideten necesaria
Alberto
Maravillosa iniciativa. Hermoso proyecto. Buscaré el modo de animarlo e impulsarlo en la comunidad en la que vivo..gracias..
Prensa
Por cualquier consulta que tengas no dudes en comunicarte mediante el mail [email protected] Nos interesa difundir el proyecto entre todos los que quieran participar. Gracias.
Jeremias Caceres
Es muy interesante este sistema que llevan a cabo, me gustaría generar algo así en mi ciudad, soy de colonia Caroya Córdoba
Alejo Simon
Muy bueno el planteo de visibilizar el mundo financiero. Ojala crezcamos todos en eso. Gracias. Personalmente veo un problema en el paradigma q usa venenos para producir. Como no lo mencionan lo digo. La agroecologia creo q esta abriendo un camino solido q llega al mercado con buenos productos buenos precios e independencia de insumos. Hice hace poquitos dias un taller organizado por el Inta en Punilla Cordoba sobre viopreparados (bocashi por ej) y fue bueno enterarme de lo bien organizados q estan muchos productores en el pais alrededor de la logica agroecologica, es un mensaje q llega al q mete la cabeza no es derramado por los medioa masivos. Gracias
Aldebaran
Felicitaciones y larga vida a esta nueva iniciativa !
Opino: que la sustentabilidad de cualesquier proceso productivo y la sostenibilidad en el tiempo solo es posible si genra excedentes- Ganancia. Si no hay ganancia, se muere o la diferencia la sangra alguien.
Esta premisa esta presente en todos los ordenes . Una abeja si no puede volver a la colmena con un excedente al costo energetico de ese vuelo, no sale a pecorear. El tema es el destino que se le dan a ese capital excedente y ahi la raiz de lo conflicto. Es mi opinion y acepto otras. Saludos