Una mirada sobre las tarifas eléctricas, desde la Producción Popular

Hasta hoy, el Estado le pagaba – le debía – sus costos y algo de beneficio a las generadoras y las distribuidoras. Pero los consumidores eran subsidiados, con lo cual el Estado no recuperaba su aporte.
Las empresas no perdían. Era el Estado el que ponía la diferencia entre costo y precio.
Todo esto fue bastante mal administrado, sin discriminar ni receptores ni montos de los subsidios, por lo cual durante muchos años el Estado pagó mas dinero del que era necesario y como además los flujos financieros no fueron los que correspondían, las empresas distribuidoras – en especial – se escondieron detrás de un sistema torpe, para no hacer las inversiones necesarias.
Desde mañana, el Estado deja de poner plata. Fija valores para la generación y distribución que no sabemos cuanta rentabilidad le dan a las empresas y los consumidores ponemos todo el dinero del sistema.
Se presenta como un sistema más lógico. Más o menos. Lo concreto es que no sabemos cuanto ganarán las generadoras y las distribuidoras; cuales son los planes de inversión y el real compromiso de ellos. Todo lo que sabemos es que los consumidores debemos poner mucha más plata que antes.
Hasta ahí una lógica de proveedor monopólico – consumidor. Es más. Ni siquiera compramos energía eléctrica, compramos «luz», que no sabemos de donde viene. Solo sabemos que nos cobran tanto por unidad y si no pagamos nos cortan. Y nos dicen que eso es más justo que antes.
Fenómeno. ¿Y si pudieramos decir algo sobre el tema?
Hace décadas que la energía eléctrica pasó a ser un tema de un proveedor central y muchos consumidores. La energía fotovoltaica abrió un escenario totalmente distinto, donde cada uno podría generar en su techo lo que consume. Es muy cara, nos vienen diciendo.
Veamos: a los costos «Aranguren» cualquier instalación fotovoltaica se amortizará entre 5 y 7 – a lo sumo 10 – años, que representa un interés mucho mayor que cualquier inversión en dólares. Un gobierno que crea en que todos debemos participar en la solución de los problemas comunes debería al menos establecer una primera etapa de:
. Promoción de generación fotovoltaica con crédito barato a 10 años.
. Obligación de los grandes consumidores (hipermercados, grandes edificios) de instalar fotovoltaica para restar presión a la red.
. Acuerdos con municipios en las barriadas más humildes para instalar sistemas domiciliarios 100% financiados y pagaderos con parte de la energía generada. Generación de miles de puesto de trabajo allí para instalar y mantener los sistemas.
Sería largo, pero hay experiencia internacional para que tengan.
En lugar de eso, hablamos de Edenor, Edesur, grandes generadores, que se yo, y los ciudadanos/consumidores la miramos desde la tribuna.
Los compañeros del campo popular tienen la palabra. Estudien el problema, pero desde una óptica que rompa la lógica de contar pobres para subsidiar.

Comentarios

  • claudio

    La idea desde luego que es brillante , y felicito su publicidad ahora lo que te voy a criticar es el concepto del estado bobo que subcidia la energia , pienso que los subcidios favorecieron y mucho al desarrollo de la industria y del consumo interno , la ecuacion es simple : tarifas enrgeticas baratas = mas plata en la billetera del trabajador = la gasta en el mercado = el estado recauda mas impuestos = se desarrolla la industria = mas empleos = menos pobreza = crecimiento = lapicardia del empresario que aumenta mucho mas los precios xque tiene demanda y le chupa un huevo !!!!!


  • Juan Carlos

    Estimados, soy de La Plata y estoy interesado en saber si hay algún espacio, ong o institución donde pueda aprender sobre energía fotovoltaica e instalación de paneles. Desde ya, muchas gracias. Sigan adelante

    Juan Carlos



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