A partir de estiércol y maíz se podrá generar biogás para producir electricidad. Se trata de una planta con tecnologíade punta con la que se pretende apostar al replique en toda la zona productora de maíz. Es una muestra del potencial que presenta el país, sobre todo en las zonas con producción agropecuaria.
En Río Cuarto, Córdoba, se está desarrollando una planta de biogás con capacidad de generar 1 MW por hora. El proyecto está siendo llevado a cabo por Bioeléctrica, empresa formada por profesionales y productores agropecuarios con experiencia en la explotación de la biomasa.
Juan Córdoba, uno de sus miembros, en diálogo con este medio comenta sobre la usina: “Tenemos la planta al 95 por ciento de construcción y ya estamos con la puesta en marcha”.
Explica que se trata de “una planta altamente eficiente con tecnología que se compró en Alemania, maquinaria que ya está totalmente probada. Lo que estamos queriendo hacer es mostrar en Argentina que con el maíz, sobre todo en esta zona (Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires) donde hay maíz en exceso, el proyecto funciona”.
Cuenta que el biogás se genera producto del estiércol y del silaje maíz, donde la proporción del cereal es mucho mayor.
Se trata de 20 mil toneladas de este maíz al año, aproximadamente unas 550 hectáreas, y de excremento unas 2 mil toneladas anuales para producir 1 MW por hora.
Enfatiza sobre la posibilidad de que este tipo de usinas se monten en otras zonas, ya que se trata de una salida fenomenal para cooperativas o poblaciones pequeñas que no necesiten de cableados de largas distancias. Asegura que se podrán abastecer alrededor de mil hogares con una planta de este tipo y que es posible que en torno a ello “se generen empleos e inversión local”
Comenta que estas usinas eléctricas están diseñadas para lo que se denomina ‘energía distribuida’, es decir, compartir lo generado a la red común de media y baja tensión para que todos los vecinos puedan aprovecharla.
Sin embargo, si bien asegura que ha habido interés tanto desde el sector público como desde el sector privado, sólo han establecido contactos comerciales con este último y están finalizando detalles para ponerla en funcionamiento. “Estamos en proceso de convenios con el mercado eléctrico para poder comercializarla”, señala.
Declara que se trata de una iniciativa novedosa donde lo que se busca es que a partir del funcionamiento de una primera planta, ofrecerla a otros sectores demostrando los resultados prácticos. “Estamos esperando el motor generador para poder inyectarle el gas y ya poder subir la energía eléctrica” para ostentar resultados, señala.
Abunda al respecto: “Creemos que puede ser una muy buena alternativa para el abastecimiento a partir de energías renovables. Que pueda ser mostrado y que hayan muchos más interesados privados o estatales en querer invertir”.
“Lo importante es tener la primera planta funcionando para que se sepa de lo viable del proyecto”, remata el miembro de Bioeléctrica.
Por otra parte, sostiene que “es muy incipiente todo lo que tiene que ver con regulaciones ambientales, seguridad ambiental y un montón de otras cuestiones al respecto”, pero asegura que hay diálogo y buena voluntad por parte de los gobiernos.
“Hay todo un camino para recorrer” en materia de estatuto y posibilidades de explotación de las energías sustentables, observa y concluye: “Se necesitan apoyos gubernamentales y estamos en pos de eso”.