¿Cómo aparece el trabajo?

Está fuera de discusión, sea cual sea el signo ideológico, que un alto nivel de ocupación laboral es una condición necesaria para acercarse a un clima social sostenible.

Las diferencias aparecen cuando se trata de identificar el sujeto central responsable de traccionar en la dirección correcta. ¿A quien hay que cuidar/promover con más fuerza, porque así se establecerán secuencias virtuosas?

Una mirada se concentra en el capital. Se postula que debe crearse las condiciones para que los dueños de patrimonio opten por la inversión productiva y con eso creen empleo.

Otro enfoque da la bandera a los consumidores. Si se consigue que el poder de compra del conjunto ciudadano aumente en términos reales, eso generará mayor capacidad de inversión en los productores de bienes y servicios y así aparecerá más empleo y más trabajo independiente.

Un tercer camino, sostenido desde organizaciones sociales cuya visibilidad e influencia ha crecido en paralelo con la profundización de la crisis, hace eje en los trabajadores independientes. Se considera que si se los apoya con crédito barato permanente y subsidios temporarios, pueden encontrar uno a uno o en grupos pequeños su lugar en el escenario de oferta de bienes y servicios.

Un cuarto planteo, que coloca a la tecnología en lugar central, nada optimista por cierto, sostiene que la competitividad global lleva a nuevas formas productivas – la llamada Industria 4.0 – con alta automatización y baja demanda de trabajo directo. Su consecuencia lineal es la necesidad de fracciones crecientes de los trabajadores desplazados, de ocuparse a destajo en actividades de servicios, para las cuales deben estar preparados y resignados.

En cada uno de los cuatro escenarios super sintetizados el determinante es un factor de producción – capital, trabajo independiente, tecnología – o es la distribución del ingreso, mejorando el bolsillo de los consumidores.

Cada uno de ellos tiene sus adherentes y voceros, formando parte de la mochila política en todo el mundo, solos o en variadas combinaciones. Con resultados que se pueden evaluar, pero cuyo análisis detallado no es tema de este documento.

EL AUSENTE

A pesar de las enormes diferencias de metas y resultados entre los intentos antedichos, ellos tienen un denominador común: Todos postulan la necesidad de dar mayor atención a alguna fracción económica, sosteniendo que en tal caso se producirá una secuencia de beneficios generales para todos, para los promovidos y cuidados inicialmente y luego para los demás.

Se crecerá, se piensa y se dice. Eso será bueno para empleadores y empleados, para trabajadores independientes, para productores y consumidores.

Sin embargo, ninguna de las propuestas reseñadas puede asegurar que los resultados serán favorables para aquello que no es propiedad de las partes, sino que es común a todos. Porque en ningún caso se coloca a LO COMÚN en el centro de la escena.

La calidad ambiental es la condición más notoria que queda de lado en las lógicas expuestas. Pero también las consecuencias de las tensiones sociales, sean ellas inerciales del pasado o sean las colaterales del modelo de desarrollo elegido.

Especial y cuidadosa atención merecen aquellas tensiones provocadas por una mayor dificultad de ciertos colectivos laborales para sumarse a trabajos dignos. El empleo joven, en un mundo tan burbujeante es aquel que tiene mayor cantidad de preguntas para responder; los compatriotas que han llegado a edad de trabajar, con baja formación educativa; los desventajados por dificultades visuales, auditivas, de movilidad, entre varias otras posibles, que suman centenares de miles de personas en nuestro país.

El mundo ya tiene núcleos de pensadores y de servidores públicos ocupándose de promover empresas que realicen trabajos necesarios para atender los temas ambientales de efecto comunitario – que son casi todos – y los temas sociales que excluyen a millones de la posibilidad de trabajar dignamente.

Es más. Ha crecido en visibilidad el término EMPRESA SOCIAL, como aquella que busca ser económicamente sustentable sin perseguir el lucro como objetivo excluyente, sino aplicada a atender alguna faceta de una necesidad comunitaria como las mencionadas.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Mincyt) ha tomado una decisión absolutamente virtuosa. Ha decidido iniciar el camino de comenzar a involucrarse en este amplísimo espacio.

Para ello, le ha encargado al Instituto para la Producción Popular (IPP) que haga inicialmente un relevamiento de iniciativas de empresas sociales en Argentina y en el mundo.

Con este material y agregando el marco conceptual que corresponda, el IPP deberá elaborar varios proyectos piloto de Parques de Producción Social, en que se agrupe empresas con las características mencionadas, acompañadas por unidades del sistema científico y técnico que colaboren a formar trabajadores para empresas sociales; a evaluar la performance de tales emprendimientos; a investigar aspectos sociales o tecnológicos que sean necesarios para acercar las iniciativas a su sustentabilidad.

Finalmente, el IPP deberá recomendar herramientas para la constitución y consolidación de PPS en el país.

Es una tarea que inicia un camino en un vasto tema. Podría y puede calificarse de modesta. Pero que esté encomendada por el Ministerio encargado de resolver las nuevas preguntas, de cuestionar y cuestionarse, de aprender, de proponer nuevos escenarios productivos y sociales, para beneficio colectivo, le otorga una perspectiva auspiciosa y entusiasta.

Recuerden este término: EMPRESA SOCIAL. Hoy es probable que se confunda con otras definiciones o caracterizaciones que han surgido a causa de la crisis del trabajo en el mundo. El IPP tiene ahora la responsabilidad de darle identidad. Si lo logramos, verán como se multiplican los caminos del trabajo.

11.12.20

Comentarios

  • Marcela Gregori

    Excelente iniciativa. Me alegra que el MINCYT solicite al IPP propuestas para la creación de los Parques. Juntada virtuosa. Será para bien!!!!


  • cristina

    Un sueño tomando forma, el reconocimiento a tantos años pateando el camino indicado. ¡Enhorabuena, Enrique!


  • Claudio

    Una idea espectacular. Cuenten conmigo para lo que necesiten


  • Hugo Hernández

    Excelente iniciativa. Nos interesa desde el Colegio de Abogados de Rosario Instituto de Derecho Constitucional Saludos


  • Mechetti.Gustavo.

    Excelente.Por donde se lo mire.Soy licenciado en Ciencias Sociales y en Historia.He dedicado mis últimos años a estudiar lobsye ustedes llaman Empresa Social y yo Parques Productivos Populares. La primera experiencia fue aplicada a producir viviendas populares estandarizados.Fue un éxito.Gracias


  • Claudio Errecart

    Sidu aportandonos excelente material



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