El economista egipcio Samir Amin es uno de los intelectuales más reconocidos del pensamiento que busca romper con el eurocentrismo y tener una perspectiva desde los países periféricos. Su teoría de la desconexión propone encontrar un camino económico alternativo que prescinda de las teorías y prácticas capitalistas como salida a las crisis recurrentes de la dependencia. En el libro La teoría de la desconexión de Samir Amin, una opción para Argentina frente a la crisis global, compilado por Jose Sbatella y Santiago Liaudat, el investigador Juan Manuel Fontana compara las ideas de Amin con las de Ocupémonos, de Enrique Martínez, Coordinador del IPP, en cuya propuesta el autor encuentra un enfoque que “sube la apuesta” de la discusión política y “nos invita a convencernos de las limitaciones insalvables de los programas bienestaristas”.
En la última entrevista a Samir Amin, reproducida en el capítulo final de La teoría de la desconexión de Samir Amin…, el economista egipcio explica que el concepto “desconexión” es un eslogan que sirve para explicar una intención. “No te puedes desconectar totalmente (…) Desconectarte solo significa obligar al imperialismo a aceptar todas tus condiciones o una parte de ellas (…) Desconectarse significa impulsar tus propias políticas”.
En su comparación de esta propuesta con las ideas de Ocupémonos, Juan Manuel Fontana analiza que el camino del desarrollo de la producción popular y la salida basada en el respeto de los derechos de los trabajadores que propone la democracia económica aplica al planteo de Amin e incluso va más allá. “Si la concepción del trabajo como una mercancía más del proceso productivo es fuente de inumerables conflictos sociales crónicos, nuestra tarea central no puede ser otra que la de procurar que el trabajo deje de ser gradualmente una mercancía”, señala Fontana.
“La categoría tradicional y eurocéntrica del desarrollo naturaliza la generación de un excedente económico en base a la mercantilización del trabajo. Ua propuesta como la de Martínez, en cambio, nos invita a profundizar las incontables experiencias de producción popular diseminadas por todo el mundo, superando la lógica del lucro vigente al resignificar el desarrollo como producción de bienes y servicios en pos de la satisfacción de demandas sociales concretas”, explica Fontana y concluye: “Si no queremos volver a toparnos con las limitaciones inherentes al regulacionismo, debemos interpretar el programa para una izquierda audaz impulsado por Amin poniendo el énfasis en la clave superadora que propone Martínez”.
La teoría de la desconexión de Samir Amin… contiene también capítulos en los que se considera la posibilidad de aplicar las ideas de Amin como salida para la Argentina, un análisis del peronismo y el kirchnerismo como proceso de desconexión, un enfoque sobre las políticas públicas urbanas bajo las teorías del pensador egipcio y un trabajo sobre la economía popular en un proyecto nacional de desconexión.